El FC Barcelona salvó el expediente y el invicto en Mestalla tras ganar al Valencia por 0-1 con un solitario gol de Fridolina Rölfo desde los once metros.
Con esta victoria, el conjunto dirigido por Pere Romeu alcanza los 39 puntos en Liga y a falta del último partido de 2024 ante el Costa Adeje Tenerife, está en disposición de poder conseguir una vuelta perfecta (14 victorias en 14 partidos).

Con la mente puesta en el City
Domingo al mediodía en Valencia. Pero no en Valencia, en Mestalla, estadio de grandes citas y grandes recuerdos para los valencianos. Una oportunidad idónea para que el conjunto dirigido por Cristian Toro buscase una gesta histórica capaz de ser recordada en los análogos de la historia del club. Ganar a un Barça que venía líder y con el que habían 34 puntos de diferencia en la clasificación. Casi nada.
El Barça, por su parte, afrontaba el partido con la mente puesta en el miércoles. Con el liderato de la Champions League en juego, el partido ante el Valencia pasaba a un segundo plano. No intrascendente, porque se debía ganar, la Liga es muy larga, pero sí irrelevante, siendo la oportunidad perfecta para las jugadoras con menos minutos de dar un paso al frente y luchar por un puesto en el once titular.

En tierra de nadie
Ante este contexto, Pere Romeu apostaba por un once con rotaciones (hasta 6 de las que se esperan que sean suplentes ante el Manchester City) sumado a la experiencia de las incansables Aitana Bonmatí, Mapi León, Claudia Pina y compañía. Una mezcla perfecta de talento y ambición con lo que te debía valer de sobras, repito, para ganar al colista de la Liga.
Sin embargo, desde el pitido inicial, el partido no sería ese camino de rosas e idílico por el que pasear un domingo al mediodía. El Valencia, a pesar de su situación, plantó sobre el césped un 5-4-1 con Browne descolgada para intentar dificultarle al Barça su juego tan característico de construcción. Con hambre y ganas de mostrar una buena imagen ante su público, al conjunto ‘ché’ se le vió desde el inicio muy metido en el partido, conscientes que rascar algo ante el líder podía ser la primera piedra sobre la que cimentar el sueño de la permanencia.

Las ocasiones eran locales
Con un Barça incómodo e impreciso, el partido entró en ese punto de no retorno donde tan solo jugadas individuales podían desatascarlo. El Barça imprimía dominio, pero eso no venía traducido en ocasiones, puesto que jugadoras como Pajor o Kika estaban bien vigiladas. Un dominio, que a tenor de las ocasiones era irreal, porque las más claras fueron locales. Primero sería Martí que la mandaría arriba, después Yasmin con un tiro raso y finalmente Browne con un disparo lejano. Tres grandes ocasiones que aplaudió tremendamente Toro, quien no paró ni un momento de dar indicaciones y recriminar decisiones arbitrales a la cuarta árbitra.
El Barça no se encontraba, las jugadoras, ante el empuje de la grada local, estaban viviendo sus peores momentos, puesto que tanta posesión no se traducía en algo más que un empate que más que nada le valía al Valencia. Con las delanteras desaparecidas, sería Jana la que tendría la más clara de la primera parte, al filo del descanso tras un disparo esquinado que acertó en despejar Antonia Canales a córner. Gran acción de la hoy lateral azulgrana que no acabó en gol de milagro.
A solventar el trabajo pendiente
En la reanudación, el Barça imprimió una marcha más al choque. Con la ahora sí voluntad de romper la igualada, se vió a un conjunto azulgrana más incisivo, con las ideas más claras y moviendo el balón de lado a lado. Precisamente así, llegaría el penalti que adelantaría a las blaugranas en el partido. Vicky López, hasta ahora desaparecida, intentó una internada por banda derecha y en el momento del control, Claudia Florentino, central del Valencia, la derribaba al llegar tarde a la ayuda. Lorena Trujillano no lo dudaría y señalaba los once metros a favor del Barça. Penalti que transformaría Fridolina Rölfo con sangre de hielo para emular el anotado en Stamford Bridge la temporada pasada.

Con el resultado a favor, el Barça buscaría percutir el área ‘ché’ con acercamientos peligrosos por parte de las recientemente incorporadas al partido Esmee Brugts y Caroline Graham. Consciente de la falta de desborde, Romeu sacaba al campo a dos de las jugadores más capaces de romper la bien trazada defensa valencianista, que ni con el 0-1 en contra se rompió. Aunque poco duraría, puesto que tan solo doce minutos después de ingresar al campo, Caroline Graham se iba al suelo tras notar un pinchazo en la zona del cuádriceps, debiendo ser sustituida y convirtiéndose en duda para el partido del miércoles.
El marcador no se movería más
Tras la lesión de Graham, el partido para el Barça había acabado. A sabiendas que el objetivo de Valencia era salir con los tres puntos, pero sobre todo, no perder a jugadoras por el camino, las molestias de la noruega acapararían todos los focos. Un gran golpe en lo anímico que, por suerte, no afectó demasiado al resultado, que permaneció inmóvil hasta el pitido final a pesar de los intentos de una eléctrica Salma Paralluelo que, tras volver ante el Hammarby, tenía 20 minutos para ir cogiendo sensaciones.
Victoria final y 3 puntos importantes para mantener el invicto en Liga. El gol, de Rölfo, que fue suficiente para llevarse un partido que, desde el inicio, se vio que era el ensayo para la final del miércoles: Barça-Manchester City por el liderato del grupo.

Ficha técnica
0- Valencia: Canales; Tamarit, Marqués, Florentino, Carro, Pauleta, Yasmin (Tovar, Min 90), Ainhoa (Mascarell, Min 71), Aida (Ortiz, Min 85), Martí (San Nicolás, Min 85) y Browne (Sofia, Min 71).
1 – Barça: Gemma; Marta, Jana (Ona, Min 64), Mapi León, Rolfö (Brugts, Min 58); Aitana, Engen, Pina (Patri, Min 64) ; Kika, Pajor y Vicky (Graham, Min 58 (Salma, Min 71).
Goles: 0-1, Rolfö (Min 54)
Árbitras: Lorena Trujillano. Amarilla para las azulgranas Claudia Pina, Engen, Patri y para el entrenador valenciano Cristian Toro.