Tommy Marqués se ha convertido en uno de los nombres más prometedores de la nueva generación de La Masía. Mediocentro posicional, físico imponente y una lectura de juego impropia de su edad, el canterano se ha consolidado como una pieza clave en el Barça Atlètic y ya empieza a llamar la atención en el entorno del primer equipo.

La llamada de Hansi Flick
El técnico alemán del FC Barcelona, Hansi Flick, lleva meses siguiendo de cerca su evolución. No solo lo ha observado: lo ha invitado en varias ocasiones a entrenar con los profesionales. Flick valora especialmente:
- Su capacidad para equilibrar el mediocampo.
- Su lectura táctica y posicionamiento.
- Su habilidad para robar balones y corregir metros a la espalda.
- Su salida limpia desde atrás.
- Su facilidad para combinar y dar continuidad al juego corto.
Además, su físico más desarrollado que el de muchos jugadores de su generación le permite competir a un ritmo más cercano al de la élite. En un momento en el que el Barça busca reforzar el mediocentro y ampliar recursos en la sala de máquinas, el perfil de Marqués encaja de forma natural en lo que Flick quiere construir.
El entrenador ya lo está incluyendo progresivamente en dinámicas del primer equipo, enseñándole conceptos que podrían marcar su futuro si algún día da el salto definitivo al Camp Nou.
Una pieza imprescindible en el Barça Atlètic
En el filial, Tommy Marqués es uno de los jugadores que sostiene el juego colectivo. Su influencia es determinante:
- Ordena la salida de balón.
- Marca ritmos de posesión.
- Corrige desajustes defensivos.
- Aporta autoridad y criterio en los momentos calientes del partido.

Es ese mediocentro que, aunque no siempre aparece en los datos estadísticos, sí es evidente en la estructura táctica del equipo. Su rendimiento, regularidad y liderazgo serán claves para confirmar que no solo tiene potencial, sino la madurez competitiva que exige el salto al primer equipo
Una apuesta estratégica para el futuro del Barça
Tommy Marqués representa una apuesta clara del FC Barcelona: un mediocampista con físico, pausa, cerebro y ADN Barça. El club lo renovó hasta 2028, un contrato que es mucho más que un trámite: es una declaración de intenciones sobre su rol en el proyecto deportivo de los próximos años.
Marqués tiene ofertas externas, pero su objetivo es claro: crecer en el Barça, competir en el filial y ganarse un lugar en el equipo de Flick. Si mantiene su progresión técnica, física y mental, no solo podría ser importante a medio plazo: también podría tener minutos en contextos específicos ya esta misma temporada.