El FC Barcelona atraviesa un momento de análisis profundo en la portería. Desde la llegada de Wojciech Szczęsny, el debate no ha dejado de crecer: ¿está el polaco realmente a la altura de la exigencia azulgrana?
Las palabras que encendieron el debate
Hace unos días, Szczęsny volvió a ser noticia, y no precisamente por una actuación memorable. En tono de broma, el guardameta afirmó que podría estar entre “los cinco mejores porteros de la historia”, mencionando a Buffon, Yashin, Neuer y Čech como sus compañeros de lista.
La frase que pronunció entre risas fue interpretada por muchos como un simple comentario humorístico. Sin embargo, generó un intenso debate en redes sociales, donde se le criticó por falta de autocrítica y exceso de ego.

Aun con su carácter distendido, las estadísticas actuales hacen que estas bromas suenen más a ironía involuntaria que a carisma genuino.
Los números que hablan por sí solos
En lo que va de temporada 2025-26, Szczęsny ha disputado 6 partidos oficiales, acumulando unos 540 minutos.
Sus cifras preocupan:
- 12 goles encajados
- 18 paradas
- 60% de acierto, muy lejos del estándar de Ter Stegen o incluso de Joan García.

A ello se suma su rendimiento con los pies, un aspecto crucial en el sistema de Hansi Flick: 79% de acierto en pase, pero con errores recurrentes en la salida de balón y una falta evidente de liderazgo en la mayoría de fases defensivas.
No todo es culpa del portero… se ven fallos colectivos
Es cierto que muchos de los goles recibidos tienen origen en fallos colectivos. La defensa azulgrana ha mostrado descoordinación constante: líneas mal ajustadas, coberturas tardías y persecuciones sin apoyo.

Aun así, la portería exige mando, autoridad y decisiones bajo presión. Y ahí es donde Szczęsny no está respondiendo como lo requiere un club que aspira a Liga y Champions.
Entre la nostalgia por Ter Stegen y la sombra de Joan García
En el entorno culé, la figura de Marc-André ter Stegen sigue muy presente. El alemán, ya incorporado a los entrenamientos, representa lo que hoy se echa de menos: serenidad, precisión, liderazgo y un dominio absoluto del juego con los pies.

Mientras tanto, Joan García, todavía lesionado, aparece en los debates como una opción más fiel al ADN Barça: sobriedad, control y una jerarquía silenciosa que el equipo valora.
Decisiones que el club no puede aplazar
El Barça debe responder preguntas clave:
- ¿Es Szczęsny el portero para los próximos 3-4 años o solo un puente temporal?
- ¿Su salario se ajusta a su rendimiento actual?
- ¿Cómo reconstruir la coordinación defensiva para que el portero no quede expuesto partido tras partido?
Con Ter Stegen preparando su regreso y Joan García esperando su oportunidad, el polaco afronta un reto mayor que detener balones: demostrar que puede ser un portero digno del Barça… y no solo un personaje de sus propias bromas.