El director deportivo del FC Barcelona, Deco, ha reconocido públicamente que, aunque no es la filosofía habitual del club, ante la presión económica actual puede ser necesario vender futbolistas.
“Nuestra idea principal no es vender jugadores —el Barcelona no es un club al que le guste hacer eso—. Pero, por supuesto, hay que mejorar en ese aspecto, porque a veces también hay que vender futbolistas.” Afirmó Deco.
La apuesta por la cantera… y la realidad financiera
El director deportivo defendió la actual apuesta del club por los jóvenes de la cantera. Argumentó que no se recurre a ellos únicamente por la situación económica, sino porque realmente “son lo suficientemente buenos como para jugar en el Barcelona”.

Jugadores como Lamine Yamal, Pau Cubarsí, Gavi, Alejandro Balde o Marc Casadó fueron citados por Deco como ejemplos de talento que permite al club disminuir su dependencia del mercado de fichajes, sin necesidad de gastar grandes sumas.
Aun así, Deco admite que la presión financiera obliga a considerar salidas.
¿Qué implicaría vender jugadores?
Eliminar parte de la plantilla de forma estratégica podría ayudar al Barça a reducir masa salarial y dar mayor margen para refuerzos selectivos. Por otro lado, la salida de ciertas piezas podría debilitar el proyecto deportivo si no se compensa con talento joven de calidad o con fichajes inteligentes. Deco enfatizó que si se venden jugadores jóvenes, debe hacerse “con control”.

Además, esta postura no significa una renuncia definitiva al proyecto deportivo: Deco asegura que el objetivo sigue siendo construir un equipo competitivo, combinando talento propio con las decisiones de mercado más acertadas.
¿Qué significa para la plantilla y para La Masia?
Para los jugadores jóvenes es un aviso claro: el club apuesta por talento interno, pero también habrá competencia, exigencia y evaluación constante. Si demuestran su valía, tendrán oportunidades reales. Pero si existen ofertas que beneficien al club… sus nombres podrían aparecer en la mesa de venta.
En ese sentido, la filosofía de la cantera sigue más viva que nunca, pero sometida a la cruda realidad económica del club: talento + sostenibilidad.

Para los culés, este anuncio supone una encrucijada: aceptar sacrificios económicos y estructurales, o pedir ambición sin límites. El club ha elegido la primera opción… por ahora. Y en el tablero azulgrana, cada pieza cuesta su peso en oro.