Marcus Rashford no solo destaca por su talento sobre el césped. El delantero inglés se ha convertido, desde hace años, en una referencia fuera del fútbol por su firme compromiso social, especialmente con los niños en situación de pobreza y exclusión. Una causa que conoce de primera mano y que sigue defendiendo ahora también desde su etapa en el FC Barcelona.

Desde su llegada a la Ciudad Condal, el atacante ha mantenido intacta esa vocación solidaria. Esta semana volvió a demostrarlo colaborando activamente con la Fundación Barça, participando en una jornada cargada de simbolismo y cercanía con los más pequeños.
Entrega total a la causa
La implicación de Rashford con la lucha contra la pobreza infantil se remonta a su infancia en Inglaterra. El futbolista vivió situaciones de precariedad extrema, llegando a depender de comedores sociales junto a su familia. Esa experiencia marcó su vida y explica su compromiso actual.

Durante su etapa en Manchester, lideró iniciativas de enorme impacto social. Su asociación con FareShare durante la pandemia permitió recaudar fondos equivalentes a más de 21 millones de comidas. También impulsó campañas como In the Box, destinada a recolectar productos básicos para familias sin hogar, y promovió la creación de un Grupo de Trabajo contra la Pobreza Alimentaria Infantil, integrado por más de 15 organizaciones.
Además, Rashford ha defendido programas de comidas escolares gratuitas y proyectos educativos centrados en la lectura y la construcción de bibliotecas. Su labor le valió el reconocimiento como MBE (Miembro de la Orden del Imperio Británico) y un doctorado honoris causa. Distinciones importantes, aunque para él el verdadero premio sigue siendo ayudar a quienes más lo necesitan.
Una obra que continúa en Barcelona
Su última acción solidaria tuvo lugar en la Escuela Vedruna del Raval y en el Centro Comunitario Submarí de la Zona Franca. Allí, decenas de niños le recibieron con una ilusión desbordante. Balón en mano, compartieron con él una jornada que difícilmente olvidarán.

Tras la visita, Rashford participó en una ronda de preguntas, muy distinta a las habituales ruedas de prensa. “No es un esfuerzo extra, es algo que me nace”, aseguró. También quiso destacar el papel de la escuela como espacio seguro y formativo:
“Es una oportunidad para aprender a ser personas y sentirse protegidos”.
El delantero recordó con emoción a su madre, figura clave en su vida y responsable de sacarlo adelante junto a sus cuatro hermanos. “Gracias a ella soy quien soy hoy”, confesó, revelando además el consejo que marcó su carrera:

“No tengas miedo de mostrar tu pasión”.
Sobre su nueva vida en Barcelona, solo tuvo palabras positivas. Se siente cómodo, motivado y comprometido. El rendimiento deportivo lo dictará el tiempo; su calidad humana, en cambio, ya está fuera de toda duda.