El FC Barcelona vuelve a construir su identidad donde siempre ha estado: en el centro del campo. Con la inminente renovación de Frenkie de Jong, el club que ha hecho historia a través de sus mediocampistas refuerza su estructura y asegura el presente y el futuro de la zona más sagrada del equipo.
Pilares fundamentales
Los dos nombres que sostienen el proyecto de Hansi Flick son Pedri González y el propio De Jong, renovado hasta 2029. Ambos son el eje sobre el que se levanta el nuevo Barça: liderazgo, madurez y capacidad para dictar el ritmo del juego. Con el técnico alemán, Frenkie ha ganado libertad en la conducción y salida de balón, potenciando su influencia especialmente en los partidos más exigentes.

A su lado, Pedri ejerce como auténtico cerebro. Cada vez que juega, cambia el ritmo del partido, detecta espacios imposibles y da sentido a cada posesión. Flick le está utilizando en zonas más altas, liberándolo de carga defensiva para proteger su físico y exprimir su creatividad. Ayer, ante el Girona FC, ambos volvieron a ser determinantes: gol de Pedri y asistencia de De Jong para sellar la victoria.
No se ficha, se cultiva
La nueva generación continúa esa tradición. Gavi, Dani Olmo y Fermín López representan la mezcla perfecta de talento, energía y compromiso. Tras su lesión, Gavi trabaja para recuperar su mejor versión, mientras que Olmo con ADN Barça se adapta con naturalidad al estilo del equipo. Fermín, silencioso y constante, simboliza la cultura del esfuerzo que caracteriza al nuevo proyecto de Flick.
Por detrás, emergen jóvenes que ya ilusionan: Marc Bernal, con apenas 17 años, es el heredero natural del mediocentro culé. Zurdo, sereno y con un control del tempo impropio de su edad. A su lado, Marc Casadó aporta equilibrio y carácter. Con 22 años, se ha consolidado como un pivote moderno, capaz de sostener al equipo en fase defensiva y romper líneas en salida.
Otro nombre a seguir es Dro Fernández, un mediocampista ofensivo con gran talento en la transición. Su irrupción en el primer equipo está dejando muy buenas sensaciones.
Flick y el centro del campo. Orden alemán, alma blaugrana
Hansi Flick ha sabido combinar el ADN Barça con un toque más físico y vertical. El equipo ha ganado ritmo, agresividad y una estructura más dinámica sin perder su esencia. La posesión ahora se usa para atacar y no solo protegerse, con interiores más altos y un pivote que no se incrusta entre los centrales como hacía Busquets, sino que lidera la presión tras pérdida.
El resultado es un centro del campo con más energía, llegada y personalidad. Cuando coinciden Pedri y De Jong, el equipo gana control; con Fermín o perfiles más físicos, gana ritmo

Este Barça no especula: presiona, corre y domina. La pelota sigue siendo su bandera, pero ahora el equipo combina talento y carácter para mirar al futuro con la solidez de siempre… y la ambición de un campeón.