En medio de las dificultades defensivas del FC Barcelona, el nombre de Álvaro Cortés,, ha cobrado relevancia como una posible solución para reforzar la zaga culé. Con la escasez de centrales zurdos en la primera plantilla, el canterano del Barça Atlètic empieza a sonar con fuerza en los despachos.

Una necesidad defensiva y la búsqueda de soluciones propias
Con lesiones y ausencias, el equipo dirigido por Hansi Flick ha tenido que reconstruir la línea atrás sobre la marcha. Ante este contexto, la dirección deportiva busca un central zurdo, un perfil valioso por su facilidad para iniciar juego desde atrás.
Si bien el Barça sigue evaluando opciones para reforzar esa zona, la cantera azulgrana vuelve a aparecer como alternativa y Cortés ha ganado peso por su consistencia en los últimos años.
Álvaro Cortés: trayectoria de un talento con proyección
Álvaro Cortés llegó a la cantera del FC Barcelona en 2021 procedente del Real Zaragoza. Tras una temporada inicial de adaptación, el central pasó por una cesión para ganar experiencia, antes de consolidarse en el Barça Atlètic. Desde entonces, Cortés ha sido uno de los pilares del filial y ha disputado más de 30 partidos con regularidad, mostrando su fiabilidad en defensa y una creciente madurez táctica.

Además de su rendimiento, ha sido llamado a la selección española sub-20 para participar en el Mundial de la categoría, lo que refuerza su perfil pese a llevar poco tiempo en ese nivel.
Características que encajan en el Barça actual
Lo que hace interesante al jugador es su capacidad para dominar espacios y ayudar en la construcción desde atrás, algo que Flick ha priorizado desde su llegada. A diferencia de muchos jóvenes, Cortés combina potencia física con buena lectura del juego, cualidades que le permiten competir con compañeros mayores.
Su liderazgo también ha quedado demostrado: fue nombrado capitán del Barça Atlètic, una responsabilidad que no siempre se otorga a un jugador tan joven.
Ventajas y riesgos de apostar por la cantera
Incorporar a Álvaro al primer equipo no solo supondría dar minutos a un canterano, sino también reforzar la filosofía de La Masia, que históricamente ha producido defensas de elite en momentos difíciles. Más allá de lo deportivo, puede suponer un ahorro en fichajes costosos, algo que es clave en el contexto financiero del club.

Sin embargo, la apuesta también tiene riesgos. A sus 20 años todavía está ganando experiencia competitiva y podría necesitar tiempo para adaptarse a partidos de alta exigencia.