El FC Barcelona ha presentado un informe oficial a la UEFA documentando los graves actos vandálicos protagonizados por un sector de la afición del Eintracht Frankfurt durante el último partido en el Spotify Camp Nou. El club azulgrana considera los hechos “intolerables” y ha acompañado su denuncia con imágenes, vídeos y descripciones detalladas de los destrozos provocados en varias zonas del estadio.
Los aficionados visitantes se quejan… pero el Barça responde con hechos
En las horas posteriores al encuentro, varios seguidores del Eintracht expresaron en redes sociales su malestar por el dispositivo de seguridad del Camp Nou, afirmando que se sentían “encerrados” o “tratados injustamente”.

Sin embargo, desde el Barça se recuerda que la separación de aficiones es una norma básica en partidos europeos y que, precisamente, existe para evitar incidentes y proteger a todos, especialmente cuando se prevén comportamientos de riesgo.
El informe entregado a la UEFA detalla que, pese a las medidas de seguridad estándar, parte de la afición visitante incurrió en comportamientos inaceptables que justifican de sobra los protocolos aplicados. El club subraya que la prioridad es garantizar la seguridad, y que la organización actuó siguiendo estrictamente los procedimientos recomendados por la UEFA y cuerpos de seguridad.
Destrozos en el Camp Nou: un ‘registro visual’ difícil de ignorar
Los responsables del estadio han inventariado los daños, que incluyen:
- Más de un centenar de asientos arrancados o rotos.
- Barandillas dobladas o arrancadas.
- Desperfectos en zonas de tránsito.
- Restos de objetos lanzados hacia zona local y hacia el césped.
El Barça ha solicitado a la UEFA que tome medidas disciplinarias, recordando que no es la primera vez que la afición del Eintracht protagoniza incidentes en competiciones europeas.
El Barça “protege su casa”
Fuentes del club fueron claras:
“El Camp Nou es patrimonio de todos los socios y no permitiremos que vuelva a vivirse una situación así.”
El mensaje es nítido: el Barça no cuestiona el derecho de animar, pero exige respeto mínimo hacia la infraestructura, hacia los trabajadores del estadio y hacia la afición local.
El club considera que la narrativa de “estar encerrados” carece totalmente de base cuando se contrasta con las imágenes del comportamiento mostrado durante el partido. La seguridad se aplica para prevenir riesgos, y los hechos ocurridos demuestran su necesidad.

Mientras tanto, el Barça insiste en que defenderá su templo recientemente abierto y que los protocolos de seguridad seguirán aplicándose “hasta que todas las aficiones puedan convivir sin poner en riesgo instalaciones ni personas».