El FC Barcelona y el Atalanta han protagonizado un emocionante empate 2-2 en el Lluís Companys, en un encuentro correspondiente a la última jornada de la fase de liga de la Champions League. Este resultado permite al conjunto azulgrana asegurar su clasificación directa a los octavos de final como segundo de grupo, aunque con la sensación de haber dejado escapar la primera plaza.
Un duelo entre titanes
Hansi Flick optó por una alineación reconocible, con la excepción de la inesperada pareja de centrales formada por Ronald Araujo y Eric García. Desde el inicio, el Atalanta se mostró como un rival incómodo, ejerciendo una presión alta que dificultó la salida de balón del conjunto catalán. A pesar de ello, el joven talento Lamine Yamal logró abrir el marcador tras un gran centro raso de Raphinha, donde el español se plantó solo frente al portero, lo regateó y la empujó a placer.
Sin embargo, la alegría local duró poco. El Atalanta respondió en el inicio de la segunda mitad con un potente disparo de Éderson desde fuera del área, inalcanzable para Szcsesny, que igualó el marcador. El Barcelona siguió intentándolo y, tras una serie de intentos, Raphinha ejecutó un córner teledirigido hacia Araujo, quien consiguió el gol del empate, relamiéndose tras un marcaje pésimo por parte de los rivales.
El Atalanta, como de costumbre, no bajó los brazos, Mario Pašalić volvió a poner las tablas, evidenciando ciertas vulnerabilidades en la defensa azulgrana. A pesar de las intentonas finales de los azulgranas, el marcador no se movió, sellando un empate que dejó sensaciones agridulces.
Mirando a los octavos con tranquilidad
El FC Barcelona ha finalizado la fase de liga en la segunda posición de su grupo, lo que le permite avanzar directamente a los octavos de final de la Champions League. Entre los posibles rivales en la siguiente ronda se encuentran equipos de la talla del Paris Saint-Germain, el Benfica, el Mónaco o el Brest, lo que augura enfrentamientos, a priori, asequibles.
A pesar de no haber logrado el liderato del grupo, el equipo dirigido por Hansi Flick ha mostrado una gran imagen competitiva en Europa, anhelada durante años en la máxima competición continental, . Victorias destacadas ante el Bayern Múnich, el Borussia Dortmund y el Benfica han reforzado la confianza del equipo de cara a los desafíos que se avecinan.
El empate ante el Atalanta permite llegar a las siguientes conclusiones: por un lado, existe la satisfacción de haber asegurado la clasificación directa a octavos de final; por otro, la conciencia de que aún hay aspectos por pulir para competir al más alto nivel europeo. El nivel mostrado en esta primera fase ha sido muy positivo, pero las desconexiones defensivas son el principal problema que arrastra este Barça, y que debe corregir para afrontar este tramo de la temporada, el más exigente y el que castiga con vehemencia este tipo errores. El camino hacia la gloria europea continúa.
