El Barça empató 1-1 ante el Betis en un encuentro marcado por las imprecisiones y la impaciencia de los jugadores de Flick. Los azulgranas demostraron que también son humanos en el día que desaprovecharon la oportunidad de colocarse seis puntos por encima del Real Madrid.
En un partido que se intuía de ambiente festivo y para colocarse a seis puntos de ventaja, la primera palabra la tuvo el conjunto verdiblanco en las botas de Cucho Hernández. El delantero colombiano, sin saberlo, había caído previamente en la trampa del fuera de juego azulgrana por primera vez en el encuentro. Una zaga culé en la que no estuvo Iñigo Martínez, sino Araújo y Cubarsí.
Los culés sonrieron muy pronto gracias al tanto de Gavi a los seis minutos de partido para desatar la locura en Montjuïc y enviar el mensaje de que el Barça no iba a desaprovechar la oportunidad de oro que le había brindado el Valencia horas antes. El centrocampista andaluz rompió al espacio a las mil maravillas y batió a Adrián con un remate cruzado a cámara lenta. Gavi se reivindicaba celebrando el tanto que abrió la lata en el día que cumplía 100 partidos ligueros con la camiseta azulgrana.
Al cuarto de hora fue de nuevo Cucho Hernández quien enmudeció los cánticos de la grada con un lejano disparo desde fuera del área que congeló a Szczesny antes de marcharse por encima del larguero. Antony forzó un córner instantes después ante la presencia de Cubarsí que acabaría silenciando Montjuic. Lo Celso fue quien ejecutó el saque de esquina con una rosca cerrada envenenada para que Natan entrase con todo y batiese a un Szczesny que se quedó bajo palos.
El Betis empató rápidamente el encuentro con un cabezazo de Natan tras el córner ejecutado por Lo Celso
Minutos de incertidumbre y nerviosismo hacían acto de presencia en el césped, con el Betis cerrando bien los espacios y obligando a Pedri y De Jong a retrasar su posición para poder elaborar el juego con más fluidez. Pocas aproximaciones estaban habiendo por parte de ambos conjuntos hasta que Balde se coló por el carril izquierdo para servir el balón a Ferran Torres en el primer palo. El tiburón, en estado de gracia, no pudo conectar bien con el balón y la oportunidad se marchó al limbo.
Minutos más tarde una acción de fe por parte de Lewandowski levantó a toda la grada en la oportunidad más clara para los culés antes del descanso. El polaco presionó a un relajado Adrián para desviar la trayectoria del balón y permitir la recuperación azulgrana que acabó en córner tras el remate de Lamine Yamal. El Betis, acertado en defensa y muy atento en la transición, causó estragos en un conjunto azulgrana que se marchó al descanso con los deberes por hacer.
Pellegrini detectó los problemas del Barça en la transición defensiva y en el descanso dio entrada al Chimy Ávila por Altimira
El Barça salió del descanso algo contemplativo y pausado en el ritmo del balón ante un Betis todavía más agazapado en su propio terreno de juego. No fue hasta el minuto 55 cuando los jugadores de Flick dieron el primer susto tras la reanudación al conjunto bético. Jules Koundé vio el espacio a la perfección en la línea defensiva verdiblanca, pero no logró batir a Adrián tras un magnífico recorte prácticamente desde el área pequeña. Flick, que no lo acababa de ver del todo claro, llamó a Raphinha y Eric Garcia, que entraron al terreno de juego por Ferran Torres y De Jong.
Habían tantas ganas de vencer que hasta la afición festejó un tanto que jamás traspasó la línea de meta. Gavi empaló con el alma un balón rechazado que tocó en el lateral de la red, haciendo pensar a la afición culé que el 2-1 ya era una realidad. Raphinha se empeñó en que la ilusión de la victoria no se quedara en un simple espejismo, y a punto estuvo de inventarse un gol olímpico desde la misma esquina en la que el Betis consiguió empatar.
Con apenas cuarto de hora por delante Flick movió ficha pensando en lograr los tres puntos pero también con el punto de mira en el partido del miércoles ante el Dortmund. El técnico alemán introdujo a Fermín y Gerard Martín por Balde y Pedri.
Los últimos minutos de encuentro fueron frenéticos, con el Betis sometido por completo y achicando agua, pero el Barça no veía ese último pase tan necesario para romper la muralla verdiblanca. El equipo de Flick, que no tuvo su mejor día, solo pudo sumar un punto agridulce en el día que el tropiezo del Real Madrid ofrecía una oportunidad de oro para los azulgranas.
