La RFEF confirmó la lesión de Aitana Bonmatí tras las pruebas médicas realizadas. La jugadora deberá parar durante las próximas semanas, en un momento clave de la temporada y con un calendario comprimido. La baja supone un golpe relevante tanto para el proyecto de Pere Romeu como para la selección.

Una ausencia que altera la estructura del equipo
Aitana es una pieza esencial del modelo español. Su incidencia en la construcción del juego, su capacidad para romper líneas y su presencia en la presión adelantada la convierten en una futbolista difícil de sustituir. En lo que va de curso, la centrocampista acumulaba cifras de participación directa en varios goles y mantenía su habitual influencia en el ritmo ofensivo del equipo.

En cuanto al equipo azulgrana, Romeu deberá reorganizar el centro del campo. Sin Aitana, el Barça pierde creatividad interior y deberá repartir sus responsabilidades entre otras jugadoras.
Trayectoria de una referencia absoluta
Aitana Bonmatí no es solo la centrocampista del Barça y de la selección, sino una de las mejores jugadoras del mundo. Formada en La Masia, ha sido una pieza imprescindible en la era dorada del club: ganadora de Champions, Liga, Copa y Supercopa, líder en el Mundial con España y reconocida con premios como el Balón de Oro, The Best, el MVP de la Champions o el MVP del Mundial.

La jugadora representa la excelencia competitiva del Barça Femení y del fútbol español.
El desafío inmediato
El Barça deberá competir sin su futbolista más determinante en la generación de juego. Sin embargo, el cuerpo técnico confía en la profundidad de plantilla y en la fortaleza colectiva del equipo para sostener el rendimiento mientras se completa su recuperación.
La mirada ahora está puesta en la evolución de Aitana, cuya vuelta será esencial para afrontar los tramos decisivos de la temporada.
El Barça ante el reto de seguir sin su líder
Ella es resiliencia. Es constancia. Es talento y trabajo. El fútbol español la echará de menos, el Barça la extrañará, y la afición contará los días para verla volver.
Porque Aitana no es solo una estrella. Es un símbolo. Una forma de jugar. Una forma de sentir el Barça.
Y cuando regrese, lo hará para recuperar lo que dejó en pausa: seguir haciendo historia.