En la jornada 11 de Liga F, volvió a aplicar la tercera ley de Newton para sobreponerse al gol tempranero visitante con vehemencia y con 3 goles en 7 minutos que allanaron el camino y los 3 puntos.
Con esta victoria, el conjunto dirigido por Pere Romeu se marcha al parón como líder en solitario con 11 victorias en 11 partidos y con una distancia de 9 puntos respecto al segundo clasificado.

Un homenaje para quien cambió el fútbol femenino
La Liga volvía a Barcelona. Atrás quedaba ese gran mes de noviembre marcado a fuego en el calendario. Atrás quedaba ya el resacón de lo que supone ganar 0-4 al Real Madrid. Atrás quedaban las polémicas forjadas por la convocatoria de Montse Tomé. El momento era ahora, y el FC Barcelona afrontaba un nuevo reto mayúsculo ante uno de los equipos revelación de la temporada y con la exigencia de ganar para seguir invicto con pleno de triunfos.
Un domingo a las 12, con una temperatura de primavera, ideal para que familias enteras presenciasen el homenaje a Alexia Putellas por partida doble: 200 goles con la camiseta del Barça y mejor jugadora del mes de noviembre.
Una antesala festiva a un partido en el que Pere Romeu apostó por el mejor once posible, sin contemplaciones y tan solo con las novedades de Ingrid Engen en el lateral derecho y Patri Guijarro como interior en el puesto de la lesionada Alexia.

La caraja de un domingo soleado
El partido comenzó de la peor manera posible. Cuando aún faltaba gente por ocupar sus asientos, con el Barça aún desconcentrado, el Costa Adeje Tenerife sorprendió. Corrían tan solo 2 minutos de partido cuando Mari Jose recogía un balón al espacio por banda derecha y ponía un centro raso para la llegada de Babajide desde segunda línea que sin controlar remataba el balón al fondo de la red. En la primera jugada del partido llegaba uno de esos goles que duelen, un tanto que pasará a los elencos de la historia como uno de los más tempraneros que le hacen al Barça. Un dato que puede ser histórico o quedarse en un simple dato, dependiendo como acabe el partido.

Pese a la caraja inicial, el Barça quiso reaccionar al instante, llevando desde el inicio el control del partido, con Aitana Bonmatí desplegándose con balón y con Caroline Graham con la banda para ella para hacer de las suyas. Un dominio del balón que, sin embargo, no entrañaba peligro ante una defensa bien plantada de un Costa Adeje Tenerife que, mínimo, iba a exigir algo más de trabajo para hacer méritos por el empate.
Un gol es el mayor acto de reivindicación que existe
Transcurrían los minutos, y el Barça no acababa de encontrar peligro y profundidad en sus posesiones. Ataques planos, pases horizontales y pocos movimientos por delante, estaban imposibilitando que se construyese ese último pase que rompe líneas y que abre latas. Ataques estáticos ante el tercer equipo menos goleado de Liga F que veía como pasaban los minutos y el resultado a favor pasaba de ser un espejismo a una fehaciente realidad.
Pero todo cambió. En el fútbol siempre se dice que cuando no puedes meterte hasta el fondo, probar disparos desde fuera del área puede ser un recurso de emergencia en situaciones puntuales. Y dicho y hecho. No podía ser otra jugadora que ella. Esto tiene este deporte, que te coloca en el lugar indicado a quien merece una alegría. En una semana dura en lo personal, apartada de una selección a la que defendió con orgullo y pasión, Irene Paredes encontraba un motivo para sonreir. En el minuto 39 de la primera mitad, la central vasca recogía un balón en la frontal, y sin pensárselo dos veces conectó un potente disparo pegado al palo para poner el empate. Su rabia en la celebración lo decía todo. Su mensaje a Madrid con el mismo, también.

No había suficiente con uno
Con el empate logrado, el FC Barcelona entró en ese momento de partido donde se siente como pez en el agua. Porque no hay un equipo mejor en el mundo que interprete cuando hay que ir a por más. La clara definición de que cuando ves al rival herido, las contemplaciones no existen y te debes volcar a por más. Una explicación que siempre se acaba convirtiendo en realidad cuando los goles acaban llegando. Sí, en plural, porque normalmente es más de uno, y ante el Costa Adeje Tenerife no iba a ser una excepción.
Tan solo un minuto después del primero, Ewa Pajor rozaría con la punta de su bota un remate de Ona Batlle en el corazón del área para mandar el balón al fondo de la red. Décimo gol para una delantera, la polaca, que siempre está en el lugar preciso para seguir siendo la pichichi de la Liga F.
Aunque la cosa no iba a quedar ahí. En el tiempo añadido de la primera mitad, un disparo de Claudia Pina dentro del área impactaba en el brazo de Fatou Dembelé, y sin pensárselo dos veces, Elisabeth Calvo señalaba la pena máxima. Un penalti que se encargó de transformar Caroline Graham con una sangre fría pasmosa.

No falla a su cita con el gol
En la reanudación, el Barça salió con la misma mentalidad que al final del primer tiempo. 3 goles en 7 minutos no eran suficientes para unas jugadoras que están hechas para hacer 7-8 por partido. Sin desmerecer al rival, la calidad individual del conjunto azulgrana es tan alta que ganar por 3-1 era incluso un resultado corto. 3 goleadoras diferentes, pero faltaba una, la jugadora en racha de este equipo: Claudia Pina.
La de Montcada i Reixach sabe que su obligación es marcar. Nos tiene mal acostumbrados, es incluso extraño cuando no lo hace. Su faceta goleadora esta temporada nos ha llevado a cuestionarnos si los partidos cuentan igual marque o no Claudia. Una necesidad imperante para el espectador, pero sobre todo para ella. Un ansia voraz que venía avisando en el partido y que se completó en el minuto 60 del mismo con un gran disparo raso al palo corto de María Echezarreta. Misión completada, podemos proseguir.
Redondear la ‘manita’
Durante el avance de los segundos 45 minutos, ambos entrenadores optaron por introducir cambios para probar a otras futbolistas y alterar los sistemas de ataque y defensa vistos. Uno de ellos, el de Esmee Brugts coincidía, precisamente con lo explicado. Sustituyendo a Engen, la holandesa posee unas características como futbolista que la hacen única. Su reconversión al lateral y el gran nivel mostrado la convierten en el principal puñal por banda izquierda cuando se incorpora por esa demarcación. Indetectable, habilidosa y certera serían tres adjetivos para definir su labor y sus argumentos siempre que está sobre el césped. Unas cualidades que te ayudan a encontrar lo que buscaba Pere Romeu con su cambio: el gol.
Esmee lo tiene. Para ella, sumar minutos y confianza en su segunda temporada como azulgrana le vienen como anillo al dedo. Además, si esto lo complementas con goles, mejor que mejor. Y, no siempre, pero esta vez lo hizo. En el minuto 77 de partido, la holandesa probó un disparo raso desde el flanco izquierdo del ataque azulgrana, y con más fortuna que convicción, se introdujo en la portería visitante. Gol importante y gran temporada de consagración de esta joven jugadora.

Una nueva manita para la colección, en un partido que murió con el Barça buscando el sexto y con una Aitana Bonmatí que aprovechó los últimos minutos para hacer levantar a los allí presentes de sus asientos con ruletas, voleas y filigranas dignas de la dos veces Balón de Oro. 3 puntos y al parón de selecciones con datos que asustan al más valiente: 33 puntos de 33 posibles, 52 goles a favor y tan solo 6 en contra.

Ficha del partido
5 – Barça: Catal Coll, Paredes (Jana, min 73), María León, Pina, Graham, Patri (Marta, min 73), Aitana, Pajor (Kika, min 61), Walsh, O. Batlle (Vicky, min 73) y Engen (Brugts, min 61)
1- Costa Adeje Tenerife: Cheza, Cinta R., Moreno, Babajide (Blom, min 64), Clau Blanco (Bicho, min 75), Mari Jose (Koko Ange, min 75), S. Ouzraoui, Estella, Patri Gavira, Pisco (Beltrán, min 75) y Fatou D. (P. Marrero, min 64)
Goles: 0-1, Babajide (min 3); 1-1, Paredes (min 37); 2-1, Pajor (min 40); 3-1, Graham (penalti); 4-1, Pina (min 60); 5-1, Brugts (min 77)
Árbitra: Calvo Valentín