Durante meses, el FC Barcelona ha buscado algo tan básico como imprescindible: estabilidad defensiva. Cambios constantes, lesiones y falta de continuidad habían impedido consolidar una línea reconocible. Sin embargo, en este tramo de temporada, Hansi Flick parece haber encontrado una base, una estructura sobre la que empezar a edificar el proyecto desde atrás.
Eric García, Gerard Martín y Pau Cubarsí: una base común
En ese crecimiento defensivo hay tres nombres que explican gran parte del cambio: Eric García, Gerard Martín y Pau Cubarsí. Flick ha logrado que funcionen como un bloque, no como piezas aisladas.

- Eric García aporta criterio en la salida de balón, lectura táctica y experiencia en sistemas posicionales, siendo clave para iniciar el juego desde atrás.
- Gerard Martín se ha asentado como un perfil sobrio, disciplinado y fiable, con buena interpretación defensiva y capacidad para sostener el equilibrio del equipo.
- Pau Cubarsí, pese a su juventud, destaca por su anticipación, calma bajo presión y cualidades que le han permitido competir sin complejos al máximo nivel.
No es una defensa explosiva, pero sí una defensa que entiende lo que hace, algo que el Barça llevaba tiempo sin tener.
Flick ha encontrado la estructura, falta el poso
El técnico alemán ha dado con una línea defensiva coherente, pero el propio contexto invita a la prudencia. Se trata de jugadores jóvenes o en proceso de consolidación, y eso implica altibajos inevitables.

En partidos de alta exigencia, la falta de experiencia todavía se nota: gestión de ventajas, duelos decisivos, momentos de sufrimiento prolongado. El Barça ha mejorado, pero aún necesita tiempo y jerarquía para competir de forma constante contra los grandes equipos europeos.
Estadísticas que reflejan una mejora colectiva
Sin entrar en cifras cerradas, los datos del equipo muestran una tendencia clara: menos goles encajados por partido, mayor porcentaje de duelos defensivos ganados y una reducción de errores graves cerca del área.
La defensa del Barça ya tiene una base. Ahora, el gran reto es complementarla con experiencia, ya sea a través de un central veterano o del crecimiento natural de los actuales.

Flick ha encontrado el camino, pero sabe que para dar el salto definitivo necesita jugadores que hayan vivido noches grandes, errores costosos y partidos límite.
La estructura está puesta. La identidad empieza a aparecer. El siguiente capítulo será comprobar si esta defensa joven puede convertirse en una defensa ganadora.