Los jugadores que entraban perdían todos los balones. Algunos no se dieron cuenta de lo importante que era el día de hoy. La frase, contundente, resume el momento que atraviesa Nico Schlotterbeck en el Borussia Dortmund.
El central alemán compareció visiblemente molesto tras el empate en casa ante el Bodø/Glimt en la sexta jornada de la fase de grupos de la UEFA Champions League. Sus palabras no pasaron desapercibidas y reflejan un malestar que va más allá de un simple tropiezo deportivo.
Incomodidad dentro y fuera del campo
El entorno de Schlotterbeck está cargado de incertidumbre. Entre rumores de mercado, una renovación encallada y una sensación de falta de ambición colectiva, el zaguero no se siente cómodo en el actual proyecto del conjunto alemán. Tras el 2-2 europeo, el capitán no se escondió:

Tras ponernos 1-0, empezamos a jugar de forma extremadamente descuidada. Cada uno iba a su manera. Una mentalidad ganadora es sentenciar partidos, y no lo hicimos. El central incidió especialmente en la actitud y la falta de competitividad: Estamos jugando la Champions. Es demasiado poco. Algunos no entendieron lo que estaba en juego.
También hubo autocrítica interna: Conceder un empate así, en inferioridad y sin despejar un balón, no es suficiente. Hay que hablarlo. Lo dije en voz alta en el descanso.
Una oportunidad que seduce
Más allá del enfado puntual, el episodio deja al descubierto la mentalidad competitiva de Schlotterbeck, un perfil que encajaría bien en un proyecto exigente como el del conjunto catalán. Su situación contractual, el rechazo a una renovación cercana a los 14 millones, y el interés de clubes mejor posicionados refuerzan la idea de un posible cambio de aires.

Aunque no es una petición directa de Hansi Flick, desde dentro se reconoce la buena relación entre técnico y jugador, y que su perfil gusta. Si el escenario se abre, azulgranas y futbolista podrían salir beneficiados.