Roony Bardghji llegó al conjunto catalán como una apuesta estratégica de futuro. Un extremo joven, con talento técnico, desparpajo y experiencia europea pese a su corta edad. Su aterrizaje en el club estuvo condicionado por algunos retrasos administrativos y por la enorme competencia en las posiciones ofensivas, factores que marcaron un proceso de adaptación más pausado de lo esperado.
Chispazos de calidad
A pesar de contar con un rol secundario, Roony ya ha dejado señales claras de su potencial. Puede actuar por ambas bandas, jugar a pie natural o a pierna cambiada y destaca por su habilidad en espacios reducidos y su facilidad para generar situaciones de uno contra uno. En sus apariciones ha mostrado controles orientados, conducciones verticales y un instinto ofensivo que no suele ser habitual en futbolistas de su edad.
Uno de los momentos más simbólicos de su inicio como azulgrana fue su primer gol con el primer equipo, una acción que reforzó la convicción interna de que su impacto puede ser real cuando dispone de continuidad. Desde el cuerpo técnico se valora especialmente su disciplina táctica, su predisposición al trabajo y su rápida adaptación a la exigencia diaria del club.
Hansi Flick lo quiere… pero con paciencia
Hansi Flick ve en Bardghji un proyecto de futbolista para ampliar la profundidad ofensiva de la plantilla. De momento, lo está utilizando como revulsivo, aportando frescura en los tramos finales, sin darle todavía galones de titularidad. El técnico alemán apuesta por un crecimiento progresivo, priorizando que el sueco madure competitivamente antes de asumir mayores responsabilidades.
A nivel de club, se manejan distintos escenarios: una mayor participación si el contexto lo permite o incluso una posible cesión si los minutos no son suficientes para acelerar su evolución.
Conclusión
Roony Bardghji es, hoy por hoy, un futbolista en construcción dentro del ecosistema culé. El club ve en él un perfil difícil de encontrar: joven, desequilibrante, versátil y con margen de crecimiento. Su gran reto será transformar los destellos en regularidad y demostrar que puede competir en una de las zonas más exigentes del equipo.
