Otra gran cita se acerca para la Selección Española Femenina: la lucha por su segunda Nations League. En la mejor selección del mundo y rodeada de futbolistas de élite, el foco recae inevitablemente sobre dos nombres: Aitana y Alexia. Y es precisamente Alexia Putellas, la jugadora con más partidos en la historia de España, quien vuelve a tomar la palabra como líder indiscutible.
REPETIR LA HAZAÑA
España no solo debe derrotar a una de las selecciones más potentes y laureadas del planeta: debe hacerlo a doble partido, una eliminatoria larga, física y mental, que exige competir al límite durante 180 minutos.
La ida, en el frío y exigente terreno de Kaiserslautern, obligará a adaptarse a un contexto poco favorable para un equipo tan combinativo como España. La vuelta, en cambio, será un auténtico regalo: el Metropolitano, un escenario que ilusiona especialmente a la capitana.
Prefiero que sea así, porque a priori es donde se decidirá. Jugar en el Metropolitano, con más de 45.000 aficionados, puede jugar a nuestro favor.
Pese a que el dominio del balón es el sello que distingue a la Roja, no habrá excusas:
frío, campo, rival o plan de partido… se adaptarán a todo. La recompensa sería doble: vencer otra vez a Alemania y revalidar el título. Para Alexia, sin embargo, lo importante es competir y ganar, sin importar el escudo rival.
Desde dentro no piensas tanto en quién tienes delante. Da igual el rival. Lo que nos mueve es ganar y levantar el título.
Una más para seguir haciendo historia
Tras un largo tiempo, vuelven a coincidir Alexia, Irene Paredes y Jenni Hermoso. Para la capitana, su regreso conjunto refleja ambición y vigencia competitiva:
Indica que siguen teniendo ambición, que siguen queriendo ganar títulos y compitiendo al máximo nivel.
También valoró la facilidad para entenderse con compañeras que no son del FC Barcelona. Lo importante, asegura, no es el club de origen sino las virtudes que cada una aporta. Sobre su rol como capitana, resta importancia y muestra una visión colectivista:
Sería igual si no fuera capitana. Hago todo lo que creo que es mejor para ganar colectivamente.
Más autoexigencia que nunca
Alexia ha aprendido a relativizar críticas y elogios. Su brújula son su propia objetividad y sus sensaciones, especialmente cuando defiendes un escudo como el del FC Barcelona, donde la exigencia es máxima. Su futuro sigue ligado emocional y competitivamente al conjunto culé, pero siempre bajo una premisa: poder seguir rindiendo al nivel que ella misma se exige.
Siempre he dicho que jugaré en el Barça mientras el club esté interesado y yo sienta que puedo seguir exigiéndome cada día para ser mejor.
Adaptarse, reinventarse y sorprender: así entiende sus objetivos individuales, siempre al servicio del colectivo. Como ella misma afirma, todo puede pasar. Sin embargo, cuesta imaginar un mundo sin Alexia en el FCB… y más difícil aún imaginar a Alexia lejos del nivel culé.
