Una de las grandes sorpresas del curso pasado fue el nivel excelso de Raphinha. No porque no tuviera condiciones para ello, sino porque completó una temporada digna de los mejores jugadores del mundo. Su talento, pero sobre todo su trabajo, lo llevaron hasta ahí.

Fuente: Mundo Deportivo.
Sin complejos y con una sinceridad poco habitual, el brasileño repasó su presente, su pasado reciente y su evolución personal en una entrevista para la revista GQ.
COMIENZO DIFÍCIL
Restinga es su primer recuerdo con un balón. El extremo, que creció en un entorno complicado y lleno de obstáculos, puede presumir hoy de ser una de las estrellas del FC Barcelona.
A los 19 años fue cuando realmente entendió que podía vivir del fútbol. Eligió el camino difícil mientras muchos de su entorno se desviaban hacia vidas marcadas por problemas y adicciones. Su insistencia lo llevó al Vitória de Guimarães y más tarde al Rennes, su paso previo al salto más grande de su carrera: el Barça, al que llegó en 2022, apenas seis años después de haberse asentado en el fútbol europeo.

El salto fue enorme, y también la dificultad de adaptación: nueva ciudad, nueva liga, otra forma de entender el juego… y la misión complicada de reemplazar al entonces ídolo del Camp Nou, Ousmane Dembélé.
Además, su fichaje por más de 50 millones le colocó bajo el foco inmediato. Tras los casos Dembélé, Griezmann o Coutinho, muchos temían otro fichaje estratosférico que no rindiera. Parecía que su historia sería breve en Barcelona. Los rumores de salida crecían día a día.
PUNTO DE INFLEXIÓN
Todo cambió con la salida de Xavi Hernández. Con Hansi Flick al mando, Raphinha recuperó la alegría… y se la devolvió al equipo. En la 2024/25, firmó una temporada sensacional junto a Lamine Yamal, con quien asegura tener una relación marcada por la amistad y una rivalidad sana que les ayuda a potenciarse mutuamente.
El brasileño anotó 38 goles en todas las competiciones y fue el máximo asistente de la Champions League. Formaron uno de los dúos más temidos de Europa.
LICENCIA PARA SOÑAR
A la pregunta de si está en el mejor momento de su carrera, es claro:
Sin duda, estoy viviendo uno de los mejores momentos de mi carrera. La temporada 2024/25 fue muy especial, con actuaciones consistentes, goles importantes y reconocimientos individuales.
También reconoce el papel crucial de Flick:
- más inteligencia táctica,
- más libertad en ataque,
- más confianza,
- y un trabajo emocional fundamental.

Confiesa que llegó a sentir tanta presión y expectativas que incluso pensó en abandonar. La ayuda psicológica, asegura, fue clave para derribar ese muro.
ENTREGA TOTAL POR BRASIL Y POR EL BARÇA
El brasileño deja claro que Barcelona es su casa: Sería un honor pasar el resto de mi carrera aquí, ganando títulos, ayudando a los más jóvenes y dejando mi huella en la historia del club.

Raphinha no olvida sus raíces ni lo que el Barça le ha dado. Sueña con ganar títulos con el club y también con su selección: levantar un Mundial sería el mayor objetivo de su carrera.
EL BALÓN DE ORO, MARCADO POR UNA DECEPCIÓN Y LA ESPERANZA
No esconderá que lo esperaba. Terminar 5º en el Balón de Oro le dejó un sabor agridulce: Cuando te entregas tanto y sientes que tuviste una temporada increíble, naturalmente esperas estar entre los mejores. Terminar quinto fue un honor, pero mis expectativas eran más altas.
Aun así, no baja los brazos. Está convencido de que llegarán más oportunidades:
Lo mejor está por venir.
Cada temporada es un nuevo ciclo, un nuevo desafío y una nueva ocasión para seguir creciendo.