El mes de octubre se ha convertido en el espejo más cruel para el FC Barcelona de Hansi Flick.
En octubre de 2024, el Barça sumó 5 victorias en 5 partidos, marcando 17 goles y recibiendo solo 2. Un equipo sólido, con hambre, confianza y un ritmo que asfixiaba a sus rivales. En cambio, este octubre de 2025 ha dejado solo 2 triunfos, 10 goles encajados y demasiadas preguntas en el aire.
De aplastar rivales a ser superado
Las cifras hablan por sí solas:
- Octubre 2024: 5 victorias · 17 goles a favor · 2 en contra
- Octubre 2025: 2 victorias · 11 goles a favor · 10 en contra
Hace un año, el Barça goleaba 5-0 al Young Boys, 0-3 al Alavés, 5-1 al Villarreal, 4-1 al Athletic Club, y cerraba el mes con un histórico 0-4 en el Bernabéu.

Fuente: SPORT
Este año, el contraste es evidente: derrotas ante el PSG (1-2) y el Real Madrid (2-1), una victoria trabajada frente al Girona (2-1), otra goleada al Olympiacos (6-1) y un doloroso 4-1 contra el Sevilla.
Menos control, menos posesión, más desorden
La seña de identidad del equipo culé—la posesión y el control del juego— también ha sufrido un retroceso. Mientras en 2024 el equipo promediaba un 65% de posesión, esta temporada ha caído a un 54%, con menor precisión en los pases y más pérdidas en campo propio.
Las estadísticas defensivas también reflejan el bajón: el equipo recibía 6 disparos por partido hace un año; ahora, la media se ha duplicado a 12, evidenciando una estructura más frágil y desorganizada.
Lesiones y rotaciones que no llegan
Las bajas azulgranas también ha tenido un fuerte impacto en la comparación. Pedri, nuevamente lesionado, se une a una lista que ha incluido a Frenkie de Jong, Raphinha y Koundé en diferentes tramos del mes.

La falta de continuidad ha impedido a Flick repetir una misma alineación más de dos partidos consecutivos, afectando la química del grupo y la consistencia en el juego.
Un año después: el mismo entrenador, otro Barça
Lo más llamativo es que Hansi Flick sigue al mando, pero el equipo parece otro. La intensidad y el hambre del año pasado se han diluido. El técnico alemán, que hace un año era símbolo de renovación, hoy se enfrenta a críticas por su gestión y su falta de respuesta táctica ante los golpes.
El futuro inmediato: reconstruir la confianza
Octubre ha sido un golpe de realidad y un aviso: no hay proyecto que sobreviva sin equilibrio físico y mental. Las lesiones, la presión y la falta de alternativas están pasando factura.

La comparación es demoledora, pero también necesaria. Porque el Barça de Flick demostró que puede alcanzar la excelencia. Solo falta recordar cómo lo hizo… y volver a hacerlo antes de que sea demasiado tarde.