El gran rendimiento de Ansu Fati en Mónaco empieza a llamar la atención por lo que puede ser un resurgir en su carrera.
El canterano del Barça comenzó con problemas físicos esta temporada 2025/26; sin embargo, en cuanto pisó los terrenos de juego, ha realizado actuaciones excelentes.
El antiguo heredero del «10»
El que un día fuera el heredero de Lionel Messi y la mayor promesa de La Masia no pudo con la presión mediática y las lesiones en sus últimos años. Su mejor temporada fue la 2022/23, con 10 goles y 4 asistencias. Pero las sensaciones no han sido buenas desde la 2020/21, cuando sufrió su primera gran lesión aquel 7 de noviembre de 2020.
El talento y las condiciones son difíciles de perder no se destacó por casualidad, pero necesita mucha confianza y constancia para sacar al menos una parte del potencial que se esperaba de él. El español fue víctima de su contexto: un FC Barcelona muy mermado y la marcha del mejor jugador de la historia le dejaron una responsabilidad demasiado pesada para casi cualquier jugador. Sin embargo, el olfato goleador y la capacidad de evadir rivales siguen ahí, y esta temporada hemos vuelto a verlos.
Un resurgir en el Principado
Tras una cesión sin brillo en el Brighton y una temporada discreta en el FC Barcelona, Ansu Fati afronta la campaña 2025/26 como un punto de inflexión. Su continuidad en el club azulgrana parecía complicada, ya que Hansi Flick no contaba con él, por lo que la búsqueda de minutos se convirtió en prioridad. Así surgió la opción del AS Mónaco, un destino ideal para recuperar sensaciones lejos del foco mediático, pero sin renunciar a la UEFA Champions League.
El conjunto del Principado, tercero en la última Ligue 1, ha sido históricamente un trampolín para jóvenes talentos o futbolistas que necesitan relanzar sus carreras. A sus 22 años, Ansu reúne ambas condiciones: su calidad es innegable, pero necesitaba confianza y continuidad. Pese a los contratiempos físicos iniciales, el atacante español ha respondido con goles y protagonismo.
En su debut con el Mónaco, marcó el único tanto del equipo en Champions ante el Brujas, y posteriormente firmó un doblete decisivo contra el Metz y otro gol frente al Lorient. En total, suma 4 goles en 4 apariciones, demostrando que su olfato goleador y desequilibrio siguen intactos. Aunque el rendimiento colectivo del equipo aún no es sobresaliente (4 victorias en 8 partidos), Ansu Fati ha recuperado protagonismo y confianza.
Este nuevo capítulo podría marcar el inicio de su redención. Si mantiene el nivel, no solo podría revalorizarse en el mercado, sino también reabrir las puertas del Barça o consolidarse en el fútbol europeo con el AS Mónaco. Su historia aún está lejos de terminar.
¿Qué puede esperar el Barça?
Con todo esto, cabe pensar qué puede esperar de esta cesión el club catalán. Tiene contrato con el FC Barcelona hasta junio de 2028, y las opciones son varias: revalorización, regreso o venta.
Si firma una gran temporada, cabría la posibilidad de venderlo por una buena cantidad que ayude a las arcas del club azulgrana. No obstante, si esto sucediera, lo más probable es que el Mónaco ejecutase su opción de compra de 11 millones, una cifra baja pero coherente con las posibilidades y el valor actual del jugador. Por otro lado, existe la opción de un posible regreso: sus condiciones y versatilidad podrían hacer de Ansu un comodín muy útil para Flick, si recupera su confianza y rendimiento. La llegada de Bardghji, Rashford y otras incorporaciones parece dificultar esto, pero nada es imposible si da el nivel esperado.
De una forma u otra, el conjunto culé podría sacar un rédito económico o deportivo de este acuerdo. Esperemos que tanto por el club como, sobre todo, por Ansu. Consiga completar una gran temporada y pueda resurgir uno de los mayores talentos de La Masia en los últimos años.
