En un momento de problemas financieros y deportivos, el FC Barcelona ha vuelto a mirar hacia dentro. La Masia, la legendaria cantera que dio al mundo a Xavi, Iniesta y Messi, está escribiendo una nueva página en su historia con una generación que está deslumbrando a toda Europa.
El más mediático es, sin duda, Lamine Yamal. A sus 17 años, su desparpajo, visión de juego y capacidad para desbordar lo han convertido en una pieza clave en la banda derecha azulgrana. El extremo ha llegado a un nivel al cual todos los entrenadores y rivales que se enfrenta, lo elogian. Estamos ante un talento generacional, un futbolista que quiere y está haciendo historia. A sus 17 años, está en la conversación del ganador para el Balón de Oro, y sin mirar estadísticas, su fútbol enamora a cualquier amante del fútbol. Con 16 años, brilló en la Eurocopa y volvió a ilusionar a un país sin ser consciente de lo que hacía. Su juventud e inocencia, hacen de él un jugador especial y muy mediático. Es sin duda, el mayor talento salido de La Masia desde Messi.

Junto a él, Pau Cubarsí, central de 18 años, ha traído calma y seguridad a una defensa que sufrió durante buena parte de la temporada pasada. Pau es otro talento generacional, un jugador que afronta y lee los partidos como un veterano, que resalta las virtudes del Barça y tiene el ADN de La Masia a su máximo nivel. Tiene una salida de balón al nivel de muy pocos, y aguanta los choques sin problema. Otro jugador que salta al primer equipo y se hace hueco entre los veteranos. Ya es jugador habitual en la selección absoluta y pieza imprescindible para el conjunto de Flick. Ver jugar a Pau con la pasión que tiene por el Barça, demuestra que los valores y amor hacia el club enseñados en La Masia, marcan la diferencia.

Y no menos relevante es el caso de Fermín López, mediocampista de 21 años que ha aportado dinamismo, llegada y goles desde la segunda línea. Tras una cesión productiva al Linares, regresó al Barça con fuerza, convirtiéndose en una solución inesperada para un centro del campo ya definido. Pese a tener estrellas en su puesto, Fermín ha demostrado ser un jugador muy útil y versátil para Flick, jugando como mediapunta o partiendo de una banda, es capaz de revolucionar los partidos y crear peligro constantemente. Un jugador que tiene el gol entre ceja y ceja, y que siempre opta por revolucionar las jugadas, ha demostrado que no necesita ser titular para dejar huella en el equipo. Fermín es un ejemplo para todos los jugadores que no hacen el salto al primer equipo tan rápido como Lamine y Pau, salir cedido en busca de minutos también es un buen camino para volver como mejor futbolista al club.

En medio del resurgir de La Masia, otro joven empieza a sonar con fuerza. Gerard Martín, lateral izquierdo, con ADN Barça y una proyección notable, el joven futbolista se ha ganado minutos y ha demostrado su valía en una plantilla que lo necesitarán por las lesiones y rotaciones. A sus 23 años, Gerard ha sabido aprovechar las oportunidades que se ha encontrado por las circunstancias: lesiones en el primer equipo y rotaciones forzadas Su estilo encaja con la filosofía culé: buen toque de balón, buena capacidad para el apartado ofensivo y disciplina táctica. Tras la lesión de Balde, Gerard ha sabido dar un paso al frente, y en partidos como la final de Copa del Rey y en Champions League, demostró que está más que preparado para brillar en la élite.

En el FC Barcelona, el mediocentro es una figura sagrada. De Guardiola a Busquets, quienes han ocupado esa posición y no solo han sido futbolistas, sino piezas claves para hacer valer una filosofía de juego. Y en esta posición, la irrupción de Marc Casadó como posible heredero natural de ese rol. Nacido en 2003 , Casadó llegó a La Masia con 13 años. Desde entonces, ha sido un ejemplo de constancia, liderazgo y madurez. Capitán en casi todas las categorías de futbol base, ha pasado por casi todos los niveles en La Masia. A diferencia de otros jóvenes que brillan por su talento ofensivo, Casadó destaca por lo que no se ve tanto en los resúmenes: orden, equilibrio, capacidad de recuperación y posicionamiento táctico. Es un futbolista que hace el trabajo sucio y hace brillar a los demás. Al principio de temporada con las dudas en De Jong, Marc irrumpió como pieza clave para Flick y mostró al mundo el gran pivote que es. A pesar de su lesión, Casadó es un jugador con mucho futuro en el Barça y con capacidad de liderar el mediocentro.

Tras años de fichajes polémicos y una crisis institucional que tocó fondo en 2021, el club ha encontrado en su cantera no sólo parches temporales, sino también un recurso financiero necesario. Con la economía del club en un mal estado, confiar en los jóvenes ha traído buenos resultados, y ha vuelto ha demostrar que no hace falta invertir muchos millones en el extranjero cuando tienes talentos brutales en tu casa. Tras las malas apuestas como fueron Dembélé y Coutinho, ver que Lamine, Pau, Fermín, Gerard y Casadó están a la altura, es un orgullo inmenso para el barcelonismo .La afición culé ha vuelto a ilusionarse con una fórmula que, en el pasado, le dio sus mayores glorias: creer en los de casa. Porque todos los jugadores se pueden comprar, pero nadie, puede tener La Masia y lo que representa.